viernes, 27 de marzo de 2009

EL “PAPEL HIGIÉNICO” DEL LATINO EN NEW YORK; CONSIDERACIONES PRIMARIAS SOBRE EL CUENTO DE SILVIO MARTINEZ, UN ESCRITOR COLOMBIANO EN NORTEAMERICA

De los 11 cuentos, la trilogía corta de narraciones terroríficas y un fragmento de novela que componen la antología de Narradores colombianos en USA propuesta por Eduardo Márceles Daconte, se rescata el cuento de Silvio Martínez Palau titulado Papel higiénico, el cual describe una situación bastante particular de una pareja de latinoamericanos en New York. Existen particularidades propias de los nuevos en otro territorio, tal como lo sugiere Márceles Daconte –autor del prólogo: “la vida de un inmigrante en cualquier país del mundo no es nada fácil (pág. 79 – 94)”.

Como se ve en la Historia, las comunidades y grupos sociales en general, han sido errantes por naturaleza, debido a colonizaciones y apropiación de tierras, desplazamiento forzado causado por un conflicto interno o externo, o en busca de ascender económica y socialmente, porque sus lugares de origen no ofrecieron las mínimas garantías de vivir dignamente.

"Papel higiénico" cuenta lo sucedido a Juan Pablo Matías y su esposa Altagracia, luego de ser detenidos por efectivos de la policía norteamericana, bajo pena de violación de la “LEY DE LIMPIEZA Nº 425”, estipulada en el código Penal de New York. Esto lleva a los Matías a ser prisioneros por el delito simple de desaseo. Se le imputan 33 cargos que van desde el encuentro de partículas de polvo en los libros, ceniceros medio llenos sin vaciar y poseer la alfombra sucia.

Después de tan embarazosa situación, se les condena a año y medio de cárcel y a presentarse en el curso de “reeducación” pertinente, para evitar que vuelvan a incurrir en estas faltas de limpieza. Allí, marido y mujer aceptan el la instrucción a regañadientes, pero con el trascurso de los días van siendo ellos los más aventajados y sobresalientes de la práctica pedagógica. Tanto así que el establecimiento les condona seis meses y, con ello, vuelven a la anhelada libertad.

Lo admirable de la historia se fundamenta en la misma presentación del relato. Si bien, la narración no repara mucho en cuestiones formales, no se puede asegurar que es un mal intento, ni mucho menos aseverar deliberadamente que hay una pérdida de la trama, por el solo hecho de ser irreverente en su planteamiento. Por eso es cuestionable lo dicho por Dora Cecilia Ramírez
, acerca del mismo: “Cuento muy feo el de Silvio Martínez Palau (Valle, 1954). Papel higiénico se llama, ya su nombre lo dice todo o casi todo. Intenta ser chistoso pero es vulgar. En él, el lenguaje castellano está muy maltratado, astroso, no con intención sino con descuido. El tema es el maltrato y el abuso por parte de los gringos a los inmigrantes; en este caso el meollo del asunto es cuestión de aseo. La persecución a los sucios”

Ahora bien, a diferencia de Dora Ramírez, se puede hacer una lectura diferente. El cuento expone planteamientos profundos en medio de la burla y lo paródico; ejemplo de ello, es el entronizamiento del concepto de limpieza. Consignas como “Dios y el jabón” o “la aspiradora es el arma del alma” (pág. 198) dejan en claro el fundamento del “orden” por sobre todas las cosas. Según esto, cualquiera que fuese sucio, mugriento y sin ningún dejo por lo impecable es un subversivo y lo peor “un cabrillo extraviado por erróneas vías” (pág. 197).


No es casualidad el hecho que sea en EEUU donde se proscriban tales ordenanzas de higiene; el afán de esta nación por controlar cualquier brote de suciedad en su comunidad, la lleva a crear espacios de rehabilitación a los más descarriados y fomentar dicha cultura que en el mismo cuento, toma un sustento legal y jurídico. Según las experiencias de latinos en Norteamérica, las leyes suelen ser severas en pro de controlar al ciudadano.

Leer Papel higiénico es rememorar, guardando las distancias, Un Mundo Feliz
de Huxley, en donde la absoluta vigilancia del ser humano cohíbe sus diversas formas de expresión; dichas estrategias de castigar cualquier brote insolente pudieran ser contraproducente en determinado momento, porque es bien sabido que conducen a trastornos de tipo emocional entre los ciudadanos. Es pertinente decir que en el cuento de Silvio Martínez, existe una clara intención de quebrantar las normas convencionales del vivir bien en un lugar que es ajeno, lejano y muy distinto al nuestro o de algún país de América latina. Es una actitud desafiante que, desde la literatura, puede recrearse con bastante sutileza y bajo un simple pretexto, como el de ser detenidos y judicializados por sucios.

Juan Carrillo A
juanelcaibg@gmail.com

Ficha del libro: Márceles Daconte, Eduardo. Narradores Colombianos en U.S.A. Bogotá: Colcultura, 1993.

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