viernes, 30 de octubre de 2009

LAS REVISTAS LITERARIAS Y SU IMPACTO EN LA LITERATURA

Desde hace algunos años, mi cuarto se encuentra invadido no sólo de libros, sino que a este fenómeno del anti espacio –sabrán que el cuarto de un joven y empedernido lector es todo un enredo de libros y papeles- se ha sumado una buena cantidad de revistas literarias, que gracias a Gabriel Arturo Castro y otros personajes de la vida literaria regional y nacional, se han ido incorporando a medida que participo en eventos, lanzamientos de libros y encuentros de escritores.

Sé que en primera instancia no es muy importante que encontremos el cuarto de un joven lleno de revistas, o de papeles, pues nadie en absoluto garantiza que las lea, pero cuando se trata de uno de esos lectores asiduos e insaciables, entonces este hecho inoportuno adquiere cierta validez, al punto de que a ese joven le taladra la idea de escribir algo sobre las famosas revistas que se hospedan junto a su gastado cuerpo en un pequeño cuarto de pensión.

Son tan variadas y tan raras algunas revistas y periódicos que tengo, que me es imposible no decir que su divulgación pareciera otro acto literario en sí; por ejemplo, se me ocurre hablar de la revista ‘Arquitrave’, cuyo director es el conocido Harold Alvarado Tenorio, y que en su edición nº 42 presenta al poeta Ignacio Escobar Urdaneta De Brigard, con su cabello peinado de lado pero de un largo considerable, espeso bigote charro y una mirada tan perdida, que da la impresión de ser un poema como tal desde su sola presencia y su imagen.

Esta caratula es extraña porque a uno no le dan ganas de ojear la revista, que supone extraña y poco seria; sin embargo, cuando se lee el contenido, se despierta de inmediato esa sensación de confabulación, pues se encuentra con que ese hombre, de por si raro, escribe de una forma similar a su mirada.

Sigo hablando de revistas, y otro ejemplo me llega de Santa Marta, y no sé por qué, pero el título también es demasiado sugerente: “Mesosaurus” ediciones 3 y 5.

Entonces la curiosidad es mayor y me encuentro con que mesasaurus –en español- es un género extinto de saurópsidos mosasáuridos que vivieron en el Cretácico superior (hace aproximadamente 90 y 65 millones de años...) lo que me sugiere que el contenido de la revista es sobre poetas o escritores tan ancianos que no pueden ser llamados de otra forma; sin embargo, los escritores que conforman el corpus de la revista son todo lo contrario, algunos conocidos sólo por el director de la revista, amigos y demás, porque son profesores y yo qué sé.

El mismo director de ésta revista, Hernán Vargascarreño, tiene una en Bogotá que es excelente y recomendada, se llama ‘Exilio, para asumir la soledad’ y que se especializa en la realización de antologías de poetas colombianos desde hace 15 años, dentro de los que se destacan Omar Ortiz, Juan Manuel Roca y Giovanni Quessep.

En esta revista se encuentra el sentido poético de la compilación de un solo autor, representado de tal forma que se hace el lector una idea del poeta y de sus cambios en las escritura, de su proceso y de su trascendencia, por eso la recomiendo.

Otra revista de esas que me habitan se llama “polifonía”, de amplio renombre y de contenido gustoso. Es una de esas revistas que en definitiva se ha ganado el espacio en el ámbito nacional, no sólo por su amplia difusión, sino porque en sus páginas se encuentran las múltiples voces de escritores y críticos literarios de todo el país, con lo que su contenido se torna multifacético y sugerente para aquellos que aman las letras en toda su expresión: Lectura, Crítica y creación.

En fin, podría alargarme en nombramientos: Común presencia, Boletín bibliográfico, el periódico de Babel La palabra sangría, Tiempo de palabra y cualquier cantidad de revistas literarias y periódicos importantes en la vida literaria nacional, pero realmente lo que deseo es recomendar el seguimiento de estas publicaciones, que no sólo contribuyen a la difusión de la creación y la crítica nacional, sino que se proyectan como presentadoras de nuevos poetas, de otras voces, las marginales, las periféricas, porque ofrecen un sin número de posibilidades al lector, a su imaginación y le muestran que en Colombia son tantos los enamorados de la literatura como revistas literarias hay.
A todos los lectores invito a que en las bibliotecas y puestos de revistas busquen estas publicaciones, ausculten su contenido y conversen íntimamente con los escritores y poetas que en ellas se encuentran, tan atrapados y tan sinceros como cualquier joven de pensión que se pudre en medio de papeles, libros y revistas literarias.

OMAR GONZALEZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿QUÉ OPINA USTED?