miércoles, 12 de octubre de 2011

EN NOVIEMBRE LLEGA EL ARZOBISPO


Héctor Rojas Herazo (1921-2002) pintor, periodista, poeta y escritor  caribeño que recibió  una cantidad de reconocimientos y premios entre los cuales destacamos el premio nacional José Asunción Silva en el ámbito poético y el Premio Nacional de Novela Esso, 1967, con la obra En noviembre llega el arzobispo  de la cual trataremos de hacer una lectura.


La novela se construye en medio de un mar de historias que tiene  personajes con problemas existenciales y de locura, presenta mujeres sumisas frente al machismo y el conformismo de vida, además de algunos hombres con la disputa de encontrar el camino de salvación. Sólo el lector podrá descubrir si la llegada del Arzobispo puede cambiar las cosas para bien o para mal.
En noviembre llega el arzobispo  se sitúa en un ambiente desolador, en medio de las calles empolvadas y tristes desde las que los personajes intentan buscar sus sueños. Los individuos de esta novela son, en la mayoría de los casos, seres  con  rasgos definidos y determinados por las costumbres de la costa, con el sol como carnicero en pieles, y los animales, espejos de sus dueños. Todos expresan las inconformidades que subyacen en el pueblo en la espera del Arzobispo. Cada uno de los personajes va apareciendo y realizando sus conflictos que adquieren fuerza a lo largo de la narración.
En esta  novela los  rasgos de locura se manifiestan en uno de los personajes, que, intermitente, va apareciendo para explorar conflictos que se esclarecen o se enredan. Es el caso de Gerardo, quien en raptos de locura afirma: “¡Leonor, Leonor, ya llegó la gran Bestia!” (pág. 7). Esta actitud, un poco demencial,  conlleva a que lo encuentren en medio de heces y que su mujer lo defienda: “Dentro de él está Gerardo, el verdadero Gerardo” (pág. 13). El verdadero Gerardo es el trabajador, el educado y buen esposo, pero él continúa en su necedad paranoica, haciendo más complicada su definición.
De otro lado, las imágenes simbólicas que mantienen a una figura tan emblemática como es la del crucificado, llegan a despertar cierto interés en el transcurso de la novela, pues  no hay conformidad con el paraíso edénico y se busca lo terrenal más que lo metafísico. Sin embargo, aun desde formas que parecen profanas, algunos intentan la salvación, lo que traerá conflictos morales al pueblo.
Otro de los puntos centrales de la obra es la política acérrima que se esconde tras las máscaras de la inocencia, y que conlleva a presenciar los conflictos de dos bandos históricos en los mandatos legislativos del lugar. Tal situación deriva hacia mundos de sangre, de guerra, de soledad, dando por fin último, la devastación de un territorio y de los sujetos. Así se advierte en uno de los pasajes de la obra, en el que “La cabeza del mulato, rebotando, fue a detenerse entre los zapatos del alguacil.” (Pág. 172). Esta decapitación se genera por el intento de perpetuar el poder por medio del despotismo desde el cual la única salida que se encuentra es  la violencia.  
En general, cada uno de los personajes de la obra tiene sus conflictos que se van esclareciendo en el desarrollo de la narración. Poco a poco el pueblo se va empobreciendo, y las salidas se vuelven únicas, interminables necesidades o alternativas para no sucumbir frente a su propia naturaleza. A menudo los individuos se aferran a sus más cercanas amistades,  sus seres queridos; otros laceran sus rodillas en busca del perdón ajeno y personal para liberarse de este mundo, y otros, transforman sus creencias, considerando como única alternativa reflexionar, dudar y acercarse hacia sí mismo.
Finalmente, puede que el lector esclarezca las historias que subyacen en la novela y las armonice  con  curiosidad  mientras cada personaje sufre, se interroga, se interrumpe y anhela otra vida. La pregunta final es si en medio de este ambiente de turbación y desenfreno, de locura y escepticismo ¿puede cambiar algo la llegada del arzobispo?
LUIS FERNANDO ABELLO
Ficha del libro: ROJAS,  HERAZO, Héctor,  En noviembre llega el arzobispo,  Editorial Oveja negra, Ltda. 

2 comentarios:

  1. Una novela solar, en la que el cuerpo resiste captando en la piel el cuchillo de los años. La mirada define las situaciones y el momento emocional siempre se sobrepone como gesto óptico y vital en cualquier situación comunicativa.

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